Hay un debate constante en la enseñanza musical: técnica vs. música. Lo que nos encontramos especialmente es el caso de músicos que centran el aprendizaje en tocar canciones de otros artistas, y luego están aquellos que enfocan sus esfuerzos en el aprendizaje basado en la técnica y la teoría. Muchos estudiantes de guitarra se preguntan cuál de las dos opciones es la más correcta. Algunos llegan con un problema muy común: saben tocar bastantes canciones que incluso pueden tener un nivel de exigencia elevado, pero en el fondo no saben lo que están haciendo.
El aprendizaje autodidacta sin guía puede dar lugar a avanzar en conocimientos sin saber qué material técnico debe ser cubierto. En su lugar, en el aprendizaje autodidacta es más típico aprender lo que se quiere aprender, o lo que gusta escuchar. Esto puede dar lugar a prácticas ineficientes y también puede generar hábitos que son muy difíciles de deshacer.
¿Qué técnicas es necesario conocer entonces? Al igual que con cualquier instrumento polifónico, lo más básico son las escalas, los acordes y los arpegios. Es cierto que en un principio focalizarse en la técnica puede resultar bastante frío y robótico, pero desde luego resulta una gran ayuda a la hora de aprender material “real” de una forma más fácil.
En las enseñanzas más clásicas, los compositores escribían ciertas obras denominadas estudios. Generalmente estas obras contenían cierto valor musical, pero el enfoque principal era el desarrollo de la técnica del instrumentista. Ejemplos de esto se pueden encontrar en las enseñanzas de la guitarra clásica, con infinitos arpegios en la mano derecha que se repiten a lo largo de toda la pieza.
Bastante música moderna en su mayoría está creada directamente para su ejecución. Puede haber salido directamente de las manos de los músicos en el momento con la improvisación o con la imaginación, sin tomar demasiado en cuenta los patrones técnicos o los elementos necesarios para el aprendizaje basado en la lógica y en las progresiones en la técnica. Aquí es donde la ayuda de un profesor de guitarra cualificado puede ser realmente útil.
¿Qué deben hacer los estudiantes que quieren tocar la música que más les gusta y a la vez tener una sólida base técnica? Está claro que recibir clases de ayuda siguiendo un método es una gran ayuda. Un buen profesor de guitarra puede analizar la canción que el estudiante quiere aprender y adaptarla a su nivel, junto con el desarrollo de ejercicios en búsqueda de la optimización a la hora de tocar esa canción.
Recordemos que son 3 los elementos importantes a la hora de entender el aprendizaje de la guitarra: escalas, acordes y arpegios.
Las escalas son los ladrillos de las melodías de las canciones. Para tocar solos de guitarra son imprescindibles, y además son fundamentales para construir con sentido acordes y arpegios.
Los acordes son la combinación de las notas que contienen las escalas. Aprender acordes en la guitarra puede ser relativamente sencillo utilizando tablaturas. Pero no solamente es necesario aprenderlos: es necesario entenderlos. Las razones son simples: hay muchas canciones que tienen progresiones de acordes que son muy similares. Entender cómo se forman los acordes y sus progresiones ayudará a los estudiantes a aprender canciones de forma mucho más rápida y eficiente.
Los arpegios salen de los acordes, pero la forma en la que se tocan son puramente técnica, son sincronía entre las dos manos: una mano encargada de la armonía, y la otra mano encargada de construir los saltos rítmicos entre las notas. Combinar técnica y entendimiento en la música de forma lógica y progresiva es sin duda una de las mejores formas de llegar a ser un buen guitarrista.