Y continuamos una semana más (y ya van 11) con nuestra serie de posts sobre guitarras eléctricas históricas, y esta vez, tenemos el placer de describir la historia de una guitarra eléctrica que ha marcado una época en la historia del rock en particular, y de la historia de la música en general.
Hablamos de una guitarra eléctrica que ha influenciado a muchísimos guitarristas y aficionados a la guitarra (entre ellos a mí) a la hora de elegir unas pastillas para Stratocaster.
Hablamos de una guitarra eléctrica que nos da la sensación de que habla cada vez que hace una melodía debido a las manos que la tocan.
Una guitarra eléctrica que tiene un sonido verdaderamente inconfundible. Hoy tenemos el placer de hablar de la Fender Black Strat de David Gilmour.
Todo empezó en 1970. Durante la gira de Pink Floyd en EE.UU. a David Gilmour le robaron una Stratocaster negra, con lo cual estando en Nueva York fue a la tienda Manny’s Music (misma tienda donde Jimi Hendrix compró su famosa Woodstock Stratocaster un par de años antes) para comprarse otra guitarra negra.
El bueno de David compró una Fender Stratocaster del 69 negra, aunque pintada sobre sunburst en la misma tienda, con un mástil de arce con pala ancha (muy de la época), pastillas simples de finales de los 60’s, golpeador blanco de 3 capas y selector de 3 posiciones. Básicamente una guitarra standard de la época.
A David no le convencieron las prestaciones de su nueva guitarra casi desde el principio, así pues, la guitarra fue modificada constantemente desde su compra.
De entre las primeras modificaciones destacan la incorporación de una salida XLR para intentar el ruido de su pedal Fuzz Face, cosa que no funcionó y la quitó; o la adición de un segundo selector de pastillas para poder seleccionar a la vez la del mástil con la de en medio o con la del puente, modificación que todavía sigue incorporada.
A lo largo de la década de los 70’s, la guitarra alternó mástiles con diapasones de arce y de palorrosa. Alrededor de 1974 le cambió el golpeador blanco por uno negro. Pero las modificaciones más importantes fueron las referidas a las pastillas.
En 1973 Gilmour introdujo entre la pastilla del puente y la de en medio de su Stratocaster una PAF humbucker.
Estuvo probando con varias pastillas dobles durante unos años, pero nunca le convenció el sonido, hasta que en 1977 David Gilmour le cambió la pastilla del puente a su Stratocaster por una DiMarzio FS-1, le gustó bastante el cambio, y disfrutó de este cambio de pastilla durante la grabación y posterior gira del disco “Animals”.
Pero en 1979, Gilmour se enamoró de una pastilla para el puente (yo también lo estoy) que es la que ha tenido hasta la actualidad, la Seymour Duncan SSL-5.
Ya en los años 80’s, la guitarra cayó en desuso, debido entre otras cosas a la adición de un puente Kahler (que apagaba el sonido de la misma) y a la aparición por parte de Fender de nuevas Stratocasters de muy buena calidad, así pues la guitarra fue prestada al Hard Rock Café de Dallas, Texas.
Allí estuvo alrededor de 10 años hasta que Gilmour decidió recuperarla, aunque se la devolvieron en un estado lamentable, asi que la reparó.
Y ya en 2005 volvió con ella a los escenarios otra vez con su banda Pink Floyd en una reunión que cautivó al mundo, y que posteriormente hizo que volviera la banda en 2010.
En resumen, nos encontramos ante una guitarra Fender excepcional, que simboliza el empeño de su dueño por mejorarla constantemente hasta encontrar su cénit. Todo esto y mucho más en tu tienda de instrumentos musicales de confianza, Multison.