Aunque este contenido formará parte de un post mucho más extenso sobre Home Studio e Informática musical, es indudable que junto con el ordenador es parte indispensable de cualquier sistema de grabación y desde mi punto de vista el corazón del mismo.
¿Interface de audio o tarjeta de sonido?
Es la pregunta del millón y lo cierto es que existen diferencias, aunque depende de la “nomenclatura”, los fabricantes e incluso de las características.
Sin entrar demasiado en la historia de las tarjetas de sonido, lo cual daría para otro post, las primeras tarjetas de sonido que incorporaban un rendimiento superior a las típicas que vienen integradas eran eso mismo, tarjetas que había que introducir dentro del ordenador, en inglés “sound cards” y que debían conectarse directamente a la placa madre del ordenador.
La profesionalización de estas para el uso de aplicaciones musicales hizo que los fabricantes incorporasen una serie de conectores y extensiones externas que actuaban como interfaz, del inglés “interface”, que traducido al español viene a ser panel de conexión.
Podríamos decir que hoy día la gran mayoría de “interfaces de audio” son externos, e incluyen en su interior una “tarjeta de sonido”. Estos se conectan normalmente por USB al ordenador, aunque existen otro tipo de conexiones como el Thunderbolt, o el cada vez más desaparecido Firewire.
¿USB, Firewire, Thunderbolt…?
La diferencia entre este tipo de conexiones se encuentra en la tasa de transferencia que proporcionan cada una de ellas. El USB 2.0 y el Firewire tienen una tasa de transferencia muy similar, unos 480MB/s, la diferencia principal es que Firewire es algo más estable para interfaces que posean entre 4 a 8 entradas, ya que la estabilidad de un puerto USB depende de factores como la fluctuación eléctrica de la placa madre u otros. Cualquier Interface de Audio con conexión USB 2.0 está preparado para grabar con calidad en un PC o Mac que no exceda los 4/5 años.
Thunderbolt es una conexión diseñada por Intel en 2009 y que provee una tasa de transferencia de 20Gb/s, lo que la hace la más rápida del mercado. Cada vez existen más Interfaces de audio que incorporan este tipo de conexión, aunque por el momento está reservada a marcas y modelos de gama profesional.
¿Cuántas entradas necesito?
Depende del proyecto que nos traigamos entre manos. Si lo que queremos es grabar simplemente una guitarra y voz, dos entradas será suficiente. Si disponemos de varios equipos electrónicos como sintetizadores, módulos de sonido, multiefectos, etc.… la recomendación es de al menos de 8 entradas.
Hay que tener en cuenta que las entradas de un interface, al igual que en una mesa, son mono, lo que significa que si queremos grabar por ejemplo un teclado deberemos ocupar dos entradas.
Algunos grupos para grabar sus maquetas utilizan “el truco de la mesa”, conectan los instrumentos a una mesa de mezclas y la salida de esta a un interface de audio de dos entradas que pasará la señal al ordenador vía USB, sin embargo este modo de grabación no es nada efectivo, ya que el resultado final es una pista estéreo con el conjunto de todos los instrumentos. Esto hace imposible que, una vez realizada la grabación, podamos tratar cada instrumento de forma individual como volúmenes, ecualizaciones, dinámicas, etc.…
En la próxima entrega veremos qué es eso del DSP, previos, Asio y otras muchas características en nuestra guía definitiva para elegir tu Interface de audio adecuado.
¿Alguna duda?. Escríbenos.